No le obsesiona mantener la 'maglia rosa'. No ahora. Alberto Contador aprovechó el primer día de descanso para dormir hasta las diez y media de la mañana y no salió a entrenar por los alrededores de la costa adriática, enfurecida por el viento, por su llegada, la del 'padrone' del Giro de Italia que retoma hoy camino a los dolomitas con un Contador rabioso y dictatorial. Él es el jefe, pero sin obcecaciones. El objetivo es ser líder en Milán, allá por el 29 de mayo
Primer final en alto serio del Giro y lanza su primer disparo, y doble: etapa y liderato. ¿No es demasiado precipitado?
No estaba en mis planes vestirme de rosa, lo importante era conseguir diferencia con el resto porque el Giro es muy largo y puede pasar de todo. En las etapas de montaña seguro que va a haber mucho movimiento. Los líderes van a tratar de atacar de lejos al principio de los puertos y serán etapas de muchos nervios. En la próxima etapa puedo ser yo quien pierda tiempo.
No estaba en tus planes vestirse de rosa pero en el Etna se tiró a por todo. Y lo tenías planeado
Yo quería incluso atacar antes, cuando faltaban ocho kilómetros. Se lo dije a Jesús -Hernández- y me dijo, ?¡No tio, espera, espera!?, por eso lo retrasé. Era arriesgado por el viento pero saqué un buen provecho y puedo afrontar lo que falta del Giro en buena posición pero no me interesa defender la 'maglia rosa' y no me obsesiona. El objetivo está en ser líder el próximo día 29 de mayo, en Milán.
Con la ventaja de la que ya dispones en la clasificación general, ¿tu visión del resto de rivales cambia?
Cambia poco, los rivales siguen siendo los mismos. Scarponi se dejó unos segundos con respecto a Nibali pero no por tener un nivel inferior, si no porque estuvo primero conmigo, hizo un esfuerzo grandísimo y después lo pagó. Hay algunos que se han dejado algo de tiempo, no sé si por tener un mal día o porque no están en buena forma, como Menchov o Joaquim Rodríguez pero esto va a ser realmente duro, todo el mundo va a atacar . Estoy mentalizado para todo.
Das la sensación de ser el ciclista perfecto. Atacas, sacas distancias considerables, intimidas a los enemigos... No tienes ningún punto débil, ¿hay algo en lo que aún crees que puedes mejorar?
Para nada soy el ciclista perfecto, hay muchas cosas que puedo mejorar...pero si digo las cosas en las que fallo, los rivales lo van a saber (ríe).
Pero es cierto que, prácticamente todo lo que ha corrido lo has ganado esta temporada. Pareces estar aún más fuerte que en anteriores temporadas, ¿es así?
No se puede saber porque cada año es una historia diferente. Pero me encuentro muy bien.
Cuando tienes presión añadida vas más fuerte. Corriendo con Armstrong en el mismo equipo el Tour de Francia te creciste para batirle. El año pasado que parecías tener las cosas más fáciles lo ganaste con mayor dificultad. Ahora, con toda la presión que soportas, ¿será más fácil que nunca ganarlo?
(ríe) El año pasado no hubo tanta tranquilidad, también tuve tensión pero es verdad que nunca tengo años tranquilos. Ante la presión, cuando me meto en carrera no me descentra para nada. Incluso, cuando tienes más claro conseguir un objetivo, te puede servir de motivación.
¿Qué te enseñó Armstrong en aquel año?
Hay muchas cosas que puedes aprender de Armstorng como corredor. Supo rodearse de la gente válida que iba pasando por su lado y sabe manejar bastante bien las carreras. En el 2009 -cuando compartieron equipo- fue tercero por la experiencia de saber manejarse.
Luego estuviste con Vinokourov, ¿de quién has aprendido más?
Hombre, de Armstrong. Tácticamente para conseguir la victoria en el tour no puedes hacer las locuras que hace Vinokourov. A veces ataca muy lejos de meta y eso le hace perder las opciones en la general.
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